Según el Zoroastrismo, la primera cosa que el alma encuentra después de la muerte es el Puente Cinvat, que separa el mundo de los vivos y los muertos. El puente es más delgado que un cabello, más cortante que una cuchilla, y está custodiado por dos perros de cuatro ojos. Las almas son entonces juzgadas en base a sus acciones en vida. Si las malas acciones superan al bien, el puente gira alrededor de su eje, enviando al alma a un pozo lleno de demonios abajo. Descripciones alternativas dicen que el demonio Vizaresh emerge del abismo y arrastra las almas más perversas a la Casa de las Mentiras, la versión Zoroastra del infierno.
La Casa de las Mentiras en sí es descrita como un lugar de asquerosa
inmundicia, donde se sirven alimentos putrefactos y las almas son
torturadas constantemente por sus acciones. Los demonios de la Casa de
las Mentiras pueden encontrarse por cientos, y cada uno representa un
pecado específico y posee una habilidad especial. Por ejemplo, Apaosha
es el demonio de la sequía y la sed que castiga a los codiciosos,
mientras Zairika es el demonio de los venenos que castiga a los
chismosos. Las descripciones de la Casa de las Mentiras varían según la
traducción de los textos antiguos del zoroastrismo, pero los elementos
descritos anteriormente son comunes a todas las descripciones.
Después de ser arrastrada a la Casa de las Mentiras, el alma entra en un laberinto con varios dominios, de entre los cuales, el peor es el de Vizaresh, una especie de especialista en tortura, quien castiga a sus invitados de formas diferentes y cada vez peores en cada periodo. Vizaresh, sin embargo, sería demasiado exigente: y sólo entrarían a sus dominios los peores hombres, Hitler por ejemplo.
Desde los ojos del cuervo
Que pasaría por sus mentes si, en ese justo momento en el cual dan su ultimo suspiro, cierran sus ojos para pretender un descanso en paz. y lo primero al volver a abrirlos son estos dos canes demoníacos y de un tamaño colosal custodiando su único camino al reposo eterno.
-Grey Crow
Después de ser arrastrada a la Casa de las Mentiras, el alma entra en un laberinto con varios dominios, de entre los cuales, el peor es el de Vizaresh, una especie de especialista en tortura, quien castiga a sus invitados de formas diferentes y cada vez peores en cada periodo. Vizaresh, sin embargo, sería demasiado exigente: y sólo entrarían a sus dominios los peores hombres, Hitler por ejemplo.
Desde los ojos del cuervo
Que pasaría por sus mentes si, en ese justo momento en el cual dan su ultimo suspiro, cierran sus ojos para pretender un descanso en paz. y lo primero al volver a abrirlos son estos dos canes demoníacos y de un tamaño colosal custodiando su único camino al reposo eterno.
-Grey Crow