La vieja cabaña
Mi hermana y yo teníamos 12 y 14 años respectivamente cuando mis padres decidieron cambiar de lugar de residencia y compraron una pequeña casa en una zona de bosque muy bonita donde pasaba un precioso lago con agua pura y limpia.
El caso es que nosotros no estamos de acuerdo porque teníamos que
cambiar a todos nuestros amigos y nuestras costumbres, por lo que cuando
llegamos, prácticamente todo el tiempo lo pasamos paseando por aquel
lugar, hasta que un día encontramos una vieja cabaña abandonada, la cual
decidimos que se convertiría en nuestro lugar para dirigirnos cuando
estuviésemos tristes o necesitásemos hablar.
Durante varios meses íbamos regularmente a ella y la fuimos acomodando a nuestro gusto para poder tener ahí todos nuestros secretos.
Tiempo después empezamos a oír algunos ruidos que especialmente ocurrían por la noche, pero no le dimos excesiva importancia ya que imaginamos que se debía a lo vieja que era.
Un día, mi hermana se dirigió allí porque había discutido con mis padres por el tema de los amigos que había dejado atrás. Esto hizo que saliese de casa por la noche y mis padres me despertaron para preguntarme si yo sabía dónde podía haber ido. Les dije que no se preocupasen y que yo me encargaría de encontrarla y traerla de nuevo a casa, ya que sabía que estaría en nuestra cabaña.
Me dirigí hacia el lugar pero cuando llegué no tenía forma de encontrar nuestra cabaña. Parecía como si hubiese desaparecido, y yo lo achacaba a que me había perdido debido a la oscuridad. Pero por más que buscaba no había forma de encontrarla.
A partir de ahí nunca volví a ver la cabaña y mi hermana desapareció sin dejar ningún tipo de rastro.
Desde los ojos del cuervo
Que era exactamente esa cabaña, y que "cosa" la habitaba.
El mal y sus criaturas macabras siempre están al asecho escuchando cada cosa, los niños son demasiado vulnerables ante las artimañas que puedan utilizar estas entidades siniestras, no los desampares.
-Grey Crow
Durante varios meses íbamos regularmente a ella y la fuimos acomodando a nuestro gusto para poder tener ahí todos nuestros secretos.
Tiempo después empezamos a oír algunos ruidos que especialmente ocurrían por la noche, pero no le dimos excesiva importancia ya que imaginamos que se debía a lo vieja que era.
Un día, mi hermana se dirigió allí porque había discutido con mis padres por el tema de los amigos que había dejado atrás. Esto hizo que saliese de casa por la noche y mis padres me despertaron para preguntarme si yo sabía dónde podía haber ido. Les dije que no se preocupasen y que yo me encargaría de encontrarla y traerla de nuevo a casa, ya que sabía que estaría en nuestra cabaña.
Me dirigí hacia el lugar pero cuando llegué no tenía forma de encontrar nuestra cabaña. Parecía como si hubiese desaparecido, y yo lo achacaba a que me había perdido debido a la oscuridad. Pero por más que buscaba no había forma de encontrarla.
A partir de ahí nunca volví a ver la cabaña y mi hermana desapareció sin dejar ningún tipo de rastro.
Desde los ojos del cuervo
Que era exactamente esa cabaña, y que "cosa" la habitaba.
El mal y sus criaturas macabras siempre están al asecho escuchando cada cosa, los niños son demasiado vulnerables ante las artimañas que puedan utilizar estas entidades siniestras, no los desampares.
-Grey Crow
0 comentarios:
Publicar un comentario